Con una arquitectura tradicional de la isla, las villas tienen una capacidad de 6 personas y disponen de 3 habitaciones, 2 baños, comedor, cocina abierta, terraza y un fantástico jardín privado con piscina y barbacoa.
Con el mar a tus pies, disfrutarás del placer de la brisa marina en una mesa para 6 comensales, tomarás el sol en una de las 4 hamacas con vistas al mar, o cocinarás en la barbacoa frente al mediterráneo.
Donde se funde el agua y la vegetación, la villa ofrece una propuesta de diseño y vegetación menorquina que da vida y movimiento a un espacio originalmente estático.
Báñate a cualquier hora del día en la piscina de 5×2,80 m con luces subacuáticas y agua es de salitre, para que evites irritaciones en los ojos y la piel.
Salón-Comedor presidido por una mesa de madera natural para 6 personas, y acompañado por un sofá doble, TV Multimedia con conexión internacional, salida directa a la terraza y conexión Wifi.
Un diseño con madera natural le da un toque rústico a una cocina completamente equipada, con un horno-microondas, encimera de vitrocerámica, nevera-congelador y lavavajillas. También dispondrás de un acceso exterior a una zona de lavado, con tendedero y lavadora.
Máxima comodidad para toda la familia. La villa dispone de una preciosa suite con cama de matrimonio, y dos habitaciones con dos camas individuales cada una, todas ellas con armarios empotrados, aire acondicionado y ventiladores de techo.
Repetimos en villas Etnias y la casa nos pareció todavía más espectacular que la anterior, es un sitio maravilloso al lado del mar, la piscina es fantástica, si podemos repetiremos seguro! El trato con el personal es inmejorable!
Alba Oliva López
Un diez, el lugar, el entorno. El trato personal. Repetiremos sin duda. Como nos ha cuidado Tere, atenta a cualquier detalle. Las chicas de limpieza discretas y eficaces, los chicos de mantenimiento muy atentos también.
Juan José Fernández
Este es el quinto año que paso las vacaciones con mi familia en villas Etnia y solo pensamos en volver. Tere y Toni no permiten que nada se tuerza. ¡Solo el tiempo (que casi siempre es muy bueno) se escapa de sus manos!